
EXCELENTE ARTICULO SOBRE EL IMPACTO DE LA TECNOLOGIA EN EL EMPLEO
ALFREDO TORO HARDY | EL UNIVERSAL
miércoles 23 de septiembre de
2015 12:00 AM
En 1965 Gordon Moore publicó
uno de los artículos más significativos de las últimas décadas. En él predecía
que el poder de los semiconductores se duplicaría cada año. Su planteamiento
desbordó sin embargo el campo de los semiconductores, para extenderse al
conjunto de la tecnología digital. A su vez el plazo de doce meses fue
extendido a dieciocho. Esta capacidad de duplicar su capacidad en tan corto tiempo,
propio de esta tecnología, es conocida como la Ley de Moore.
Ello recuerda al ejemplo
emblemático del grano de trigo y el tablero de ajedrez. Según el mismo, si se
coloca un grano en el primer casillero, dos en el segundo, cuatro en el
tercero, y se va duplicando la cantidad de granos hasta llegar al casillero número
64, nos encontraremos con que la cantidad final de granos sobre el tablero
deberá haber superado los 18 billones (millón de millones). Harían falta las
cosechas mundiales de más de veintiún mil seiscientos años para alcanzar tal
cantidad de granos (Ver Eric Weisstein, "Wheat and chessboard
problem", http://mathworld.wolfram.com/WheatandChessboardProblem.html).
La segunda mitad del tablero
Según Erik Brynjolfsson y
Andrew McAffe en estos momentos nos encontramos en la segunda mitad del tablero
de ajedrez en cuanto al poder de la tecnología digital se refiere, con lo cual
la naturaleza de los cambios que habrán de darse en estos próximos años
resultarán inconmensurables (The Second Machine Age, New York, 2014). Los
avances en curso abrirán las compuertas de la ciencia de manera inédita,
representando grandes avances para la humanidad. Lamentablemente traerán
también consigo retos y amenazas que pueden desbordar toda capacidad de
respuesta. El área del empleo será sin duda una de las más afectadas. De acuerdo
a Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne, en poco más de una década la mitad
de los puestos de trabajo en Estados Unidos pueden verse arrasados por la
tecnología digital ("The Future of Employment: How Susceptible are Jobs to
Computarization", Oxford University, September 17, 2013).
Poco a poco los empleos
rutinarios y repetitivos han venido siendo suplantados por la computación y la
robótica, expresiones de la tecnología digital. Sin embargo, esta última está
ya adentrándose en los espacios laborales que requerían de pensamiento
analítico y alto nivel de educación. Desde radiólogos hasta médicos
internistas, desde periodistas hasta analistas financieros o políticos, desde
juristas hasta corredores de bolsa, son incontables las áreas profesionales que
han entado en cuenta regresiva de supervivencia.
Un proceso y un ejemplo pueden
contribuir a explicar lo anterior. El primero es lo que en inglés se conoce
como "big data" y que podría traducirse aproximativamente como
información amplia. De acuerdo al mismo todo el universo de información
disponible en la esfera digital puede ser instantáneamente "accesado"
y cotejado por la computación. El ejemplo de su lado se refiere a la célebre
computadora Watson de IBM. Luego de diversas proezas en materia de pensamiento
analítico, ésta se ha adentrado en el campo del diagnóstico médico. ¿Puede
algún profesional de la medicina competir con una máquina que está en capacidad
de pasar revista inmediata a todos los trabajos médicos publicados, a todas las
convenciones médicas celebradas, a todos los diagnósticos médicos digitalizados
para, luego de cotejar y analizar todas las fuentes, emitir un diagnostico?
Tablas de salvación
¿Cómo sobrevivir a la
avalancha que se nos viene? De partida habría dos pasos a dar. Uno es identificar
los puntos débiles de la tecnología digital para construir sobre ellos nuestros
núcleos duros de defensa. Las áreas donde las máquinas no pueden competir con
los humanos son claras: la creatividad, las emociones y la movilidad. En ellas
habría por tanto que apertrechar defensas. Dos, estar anímicamente preparados
para la educación continua y la reinvención profesional periódica.
Thomas Davenport y Julia Kirby
asocian la capacidad de no ser desplazados por las máquinas a la posibilidad de
convivir con ellas. Ello sobre la base de cinco opciones. Primero, situarse por
encima de ellas. Es decir, apuntar a la gran visión de conjunto, al alto nivel
de abstracción donde las máquinas no llegan y donde sería posible por ende
dirigirlas. Segundo, situarse al lado de éstas. Es decir, enfatizar tareas
donde las máquinas no pueden afectarnos como sería el desarrollo de las
"múltiples inteligencias": la emocional, la interpersonal, la
intrapersonal, etc. Tercero, situarse al interior de ellas. Es decir, hacer que
las máquinas hagan una mejor labor. Cuarto, situarse al margen de éstas. Es
decir, identificar nichos profesionales que no resulten económicos de
automatizar. Quinto, situarse por delante de ellas. Es decir, promover el
desarrollo de los nuevos avances digitales ("Man and Machine",
Harvard Business Review, June 2015).
¡Que Dios nos agarre
confesados!
altohar@hotmail.com